La semana pasada fue el cumpleaño de mi mejor amiga y para festejarlo organizamos una salida de chicas.
Para que mi marido me deje ir sin problemas, le prometi que volveria a las 12 en punto.
Pero la fiesta estaba muy buena, y entre copas que van y copas que vienen, la hora se me paso volando.
La cuestion es que volvi a casa a las 3 de la madrugada y cuando entro, el mugriento reloj cu-cu que suena.
Obviamente estaba en problemas y para que mi marido no me descubra, yo misma grite cu-cu 9 veces mas. Me sentia contenta, pues a pesar de estar atontada por efecto del alcohol, mi cabeza dibujo una idea que me saco de apuros.
A la mañana siguiente, durante el desayuno, mi marido me pregunta:
- A que hora volviste anoche?
Logicamente, le dije a las 12, como habiamos acordado.
Como no agrego nada mas pense, - estoy salvada...
pero dos segundo mas terde, comenta:
- Creo que debemos llevar a reparar el reloj cu-cu.
Muy nerviosa y casi con miedo, pregunte:
- Por que? Tiene algo mal?
Y el me respondio:
- bueno, anoche el reloj hizo ‘cu-cu’ tres veces, luego, no sé cómo, gritó "¡¡mierda, la put@ madre!!", después hizo ‘cu-cu’ cuatro veces más, vomitó en el pasillo, hizo ‘cu-cu’ otras tres veces, se cagó de risa y otra vez hizo ‘cu-cu’, salió corriendo, pateo al gato, se meo en la maceta, se acostó a mi lado dando el último ‘cu-cu’, y como si fuera poco, grito "viva Menem, carajo" y se durmió.
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